Aunque todo el mundo piensa en paraísos tropicales y climas calientes -inapropiados para la producción de vino de calidad- la verdad es que Brasil, con tremenda masa continental, tiene algunas zonas que son aptas para el cultivo de la uva y la fermentación de buenos caldos, particularmente en el sur. 

Esta región, la Serra Gaúcha, pegada al borde con Uruguay en Rio Grande do Sul, tiene paisajes que recuerdan vagamente al Piamonte italiano. El 85 por ciento del vino de cepas de Vitis vinifera se produce allí, en alturas que van de los 500 a los 800 msnm, con temperaturas de verano promedio de 22C. Pero en el resto del país la mayor parte del vino se hace con uvas americanas (tipo Vitis lambrusca, la que se conoce en Perú como Borgoña) que da vinos un tanto rústicos, que pueden ser agradables pero no tienen el potencial para ser grandes vinos.

Los vinos más populares en el país de la samba, de lula da silva y del maracanazo son espumantes y los mejores vinos hasta hoy han sido de ese tipo, resaltando los producidos con uvas Moscato. Sin embargo, cada vez hay más plantaciones de uvas negras, como Cabernet Sauvignon, Tannat y Merlot, entre otras. En vinos, Brasil nunca será campeón mundial, pero de seguro que irá mejorando sus caldos.