Publicado: 2014-08-06
Los curiosos del mar y los amantes de sus frutos que ya patean 40 añitos o más, recordarán aquel Niño del 82-83 que barrió con todas las concepciones que uno tenía sobre el clima de la costa, de Lima en particular. Calores sub-saharianos que parecían imposibles en una capital que siempre se nos antojó semi-invernal, aguas cálidas que permitían ir a surfear o a zambullirse en pleno julio o en abril hasta de noche. El ambiente estaba loco, fue un verdadero Pachacuti climático. Y en los mercados apareció una especie nueva, que no podía dejar de llamar la atención por sus dimensiones babilónicas y su horrorosa cabeza y esquema de colores, entre verde amarillo azul y gris, con un nombre todavía aun más escandaloso: el perico. SEGUIR LEYENDO AQUÍ
Escrito por
Ivan Vino
Wine & fiction writer publicado en Canadá, Perú y Argentina. Advanced WSET Wine Certificate.
Publicado en
Yo Vino
Un blog de vino para el lector no especializado escrito por un wine writer poco sofisticado